Diabetes gestacional: ¿Qué puedo comer?
¿Te han diagnosticado diabetes gestacional? ¿Sufres haciendo dieta? No te preocupes, tómate en serio tu salud y sigue los consejos médicos. Verás como te cuesta mucho menos de lo que imaginabas.
Si sabes que estás embarazada seguro que una de las primeras cosas que te han dicho es todo lo que ya no puedes comer o con las que debes tener precaución, entre las que se encuentran delicias como el jamón curado, el atún o los quesos de leche cruda, así como, por supuesto, cualquier tipo de bebida espirituosa. Por si eso fuera poco, a mediados del embarazo, en torno a la semana 24 llega el test de O’Sullivan o prueba de glucosa donde se detecta una posible diabetes gestacional, en cuyo caso, las restricciones se multiplican.
El test de O’Sullivan se realiza en los ambulatorios y en caso de salir positivo, se repite la prueba de forma más exhaustiva en el hospital de referencia para confirmar definitivamente la diabetes gestacional. Si tras las dos pruebas te comunican que efectivamente padeces diabetes gestacional, no te asustes. Es algo que hay que tomar muy en serio, pero no tan difícil de sobrellevar como imaginas.
Lo principal es asumir que se trata de una cuestión de salud tanto para la gestante como para el futuro bebé, por lo que esa sensación de responsabilidad hace mucho más sencillo seguir las pautas alimenticias adecuadas. Además, seguro que cuando compruebes lo que puedes comer descubrirás que la dieta es mucho más amplia de lo que esperabas. Lo principal en todo caso es seguir los consejos de tu médico y acompañar una correcta alimentación con ejercicio suave.
En general, si padeces diabetes gestacional debes seguir una dieta de unas 2.000 calorías repartidas en seis ingestas diarias, por lo que a buen seguro no pasarás hambre. Lo principal para hacerlo adecuadamente seguir una serie de consejos bien conocidos y sencillos como evitar las salsas, las harinas o los rebozados, así como las carnes más grasas (hamburguesas, costillas de buey o de cerdo, pecho de cordero, embutidos, salchichas…) o los quesos grasos e incorporar en los menús numerosas verduras, como plato principal y como acompañamiento. Completa siempre tu dieta con una ración de verduras crudas muy bien lavadas y cuidando la cantidad de grasa utilizada para el aliño.
Y si eres amante del pan, no sufras, porque puede seguir tomando pan en cantidades moderadas blanco o integral, aunque éste último es más recomendable, tanto la miga como la corteza. De hecho, no se aconseja el pan especial para diabéticos ni los panes ya tostados o con preparaciones similares. En definitiva, se trata de comer de forma más natural y sana por lo que después de seguir estas pautas durante el embarazo, es muy probable que decidas mantener estas sanas costumbres.
Dieta tipo
El consumo de las 2000 calorías recomendadas durante el embarazo se reparte en unos 260 gramos de hidratos de carbono, 105 de proteínas y 60 de grasas y para lograrlo te sorprenderás de todo lo que puedes consumir cada día.
Desayuno
- Un vaso de leche desnatada o dos yogures también desnatados.
- 30 gramos de pan o tres galletas tipo ‘María’.
Media mañana
- 60 gramos de pan.
- 50 gramos de jamón cocido o de queso fresco.
Comida y cena
- 20 gramos de pan.
- 200 gramos de arroz, pasta, patatas, garbanzos, lentejas o alubias ya cocidos.
- 100 gramos de guisantes o 150 gramos de judías verdes, zanahorias, espárragos, espinacas, tomates, cebollas, coles de Bruselas o 225 gramos de alcachofas, coliflor, lechuga, champiñones, pepino, acelgas, endibias o rábanos, en este caso, pesado en crudo y ya limpio.
- 125 gramos de carne o de pescado, pesado ya sin hueso o sin espinas.
- Dos cucharadas pequeñas de aceite para aliñar.
- 200 gramos de naranja, mandarina, albaricoque, melocotón, cerezas, pera; 100 gramos de plátano; 150 de uvas; 300 de melón o 220 de fresas.
Merienda
- Medio vaso de leche desnatada o un yogur desnatado
- Fruta en la misma cantidad que en la comida.
Recena (Antes de acostarse)
- Un vaso de leche desnatada o dos yogures desnatados.
- 30 gramos de pan o tres galletas como en el desayuno.
Como puedes comprobar se trata de unas pautas muy cómodas de seguir que favorecen un embarazo saludable. Además, la recena ayuda a evitar las temidas nauseas matutinas.
*Fuente: Servicio Andaluz de Salud.