La pastilla robótica que acaba con los
pinchazos de la diabetes: así logra administrar la insulina
La cápsula robótica crea un túnel en el aparato digestivo para suministrar
de forma más eficiente la medicación y evitar las barreras protectoras.
Como si se
tratara de un tornillo, una cápsula robótica gira hasta penetrar en la pared
mucosa de tu aparato digestivo hasta administrar el medicamento en el punto más
adecuado. Este ingenioso sistema diseñado pretende adelantar a otras cápsulas robóticas en la carrera por idear
el método definitivo que sustituya las inyecciones de medicamentos como la
insulina que sufren muchos de los 5,3 millones de diabéticos de
España.
Los pinchazos
para inyectar algún tipo de medicamento no son agradables para nadie, menos
para aquellas personas con fobias a las agujas para las que se están ideando nuevas técnicas.
Sin embargo, la ingesta de pastillas no es apta para todos los tratamientos,
algunos no son capaces de superar las hostiles barreras que presenta el aparato
digestivo, a menos que cuenten con un robot que defienda al medicamento. .
Sistema biomecánico
Sustituir las
inyecciones de insulina por un fármaco que se pueda ingerir puede ser un
importante avance en la medicina y la liberación de muchos pacientes. El
problema radica en el entorno inhóspito del intestino y estómago que
ataca la insulina y otros medicamentos, es un mecanismo de defensa necesario,
pero no se lo pone fácil a los médicos en algunas circunstancias. Los
científicos persiguen desde hace años dar con la forma más eficiente y práctica
de atravesar esa barrera protectora que recubre el tracto digestivo y conseguir
que el fármaco se absorba mejor.
En esta lucha,
se están probando un gran número de ideas, desde cápsulas que inyectan
dentro del estómago el fármaco o vacuna, hasta pastillas que van liberando
la medicina muy lentamente o que eliminan la mucosa de forma química.
Taladrando la mucosa
RoboCap es una
píldora robótica recubierta de gelatina que a diferencia de las cápsulas
con sistema de inyección crea un túnel en la mucosa sin usar pinchos. Al
ingerir la cápsula, la capa externa se disuelve y libera un pH que activa
todo el mecanismo para que la píldora actúe como taladradora.
El pH activa un
pequeño motor dentro de RoboCap que empieza a girar. A este movimiento se le
suma el diseño dentado de la pastilla, la cual se convierte en un diminuto
tornillo que de forma autónoma va desplazándose por el tracto creando un
túnel y apartando la mucosa.
Esa perforación
sirve además para erosionar lentamente el compartimento que transporta
el fármaco. El equipo de Traverso asegura que la medicación se absorbe mejor al
maximizar la dispersión del mismo con el movimiento.
Ilustración del
funcionamiento de RoboCap MIT Omicrono
40 veces más efectivo
Para poner a
prueba RoboCap, el equipo de investigación ha utilizado este sistema
biotecnológico con insulina, pero también con vancomicina, un
antibiótico que se usa para tratar una amplia gama de infecciones. Administrado
de forma oral la vancomicina puede eliminar las bacterias de los intestinos,
pero no llega a la piel o las infecciones en implantes ortopédicos.
Cápsula
robótica para ingerir medicamentos MIT Omicrono
En las pruebas
iniciales, publicadas en el estudio, los investigadores descubrieron que
podían administrar de 20 a 40 veces más fármaco que una cápsula similar
sin el mecanismo de túnel. Para quienes se estén preguntando qué ocurre
con el resto de la píldora robótica tras administrar la medicación, el MIT
indica que los restos recorren todo el tracto digestivo junto a los desechos
alimenticios.
En las pruebas
realizadas con animales no se ha detectado irritación o signos de
inflamación de la zona. Además, la capa de mucosidad perforada se restaura por
completo pocas horas después del proceso.