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jueves, 30 de junio de 2022

RETINOPATIA DIABETICA

 

RETINOPATIA DIABETICA

Retinopatía diabética: qué es, síntomas y tratamiento | Top Doctors

La retinopatía diabética es una complicación de la diabetes que afecta los ojos. Es causada por el daño a los vasos sanguíneos del tejido sensible a la luz que se encuentran en el fondo del ojo (retina), puede provocar ceguera.

Cualquier persona con diabetes puede desarrollar este trastorno. Cuanto más tiempo hayas tenido diabetes y menos te hayas controlado la glucosa en la sangre, mayor la probabilidad de desarrollar esta complicación en los ojos.

Síntomas

Posiblemente, no tengas síntomas en los primeros estadios de la retinopatía diabética. A medida que la afección avanza, algunos de los síntomas adicionales pueden ser los siguientes:

  • Manchas o hebras oscuras que flotan en la vista (cuerpos flotantes)

  • Visión borrosa

  • Visión variable

  • Zonas de la visión oscuras o vacías

  • Pérdida de la visión

La manera óptima de prevenir la pérdida de la visión es llevar un control cuidadoso de la diabetes. Si tienes diabetes, pide una consulta con el oftalmólogo para hacerte un examen ocular con dilatación cada año (incluso si tu visión parece buena).

Desarrollar diabetes durante el embarazo (diabetes gestacional) o tener diabetes antes de quedarse embarazada puede aumentar el riesgo de retinopatía diabética. Si estás embarazada, es probable que el oftalmólogo te recomiende otros exámenes oculares durante el embarazo.

Comunícate inmediatamente con el oftalmólogo si experimentas cambios súbitos en la visión o si esta se vuelve borrosa, irregular o difusa.

Causas

Con el paso del tiempo, la glucemia elevada puede dar lugar a la obstrucción de los pequeños vasos sanguíneos que alimentan la retina, lo que corta la irrigación sanguínea. Como resultado, el ojo intenta desarrollar nuevos vasos sanguíneos. Pero estos nuevos vasos sanguíneos no se forman adecuadamente y pueden sangrar fácilmente.

Existen dos tipos :

  • Retinopatía diabética en etapa inicial. En esta forma más común, denominada retinopatía diabética no proliferativa, los vasos sanguíneos nuevos no crecen (no proliferan).

    Cuando tienes retinopatía diabética no proliferativa, las paredes de los vasos sanguíneos de la retina se debilitan. Bultos pequeños sobresalen de las paredes de los vasos más pequeños y en ocasiones derraman líquido y sangre en la retina. Los vasos más grandes de la retina también pueden comenzar a dilatarse y a presentar un diámetro más irregular. La retinopatía diabética no proliferativa puede avanzar de leve a grave a medida que más vasos sanguíneos quedan obstruidos.

  • Retinopatía diabética avanzada. La retinopatía diabética puede avanzar a este tipo más grave, conocido como retinopatía diabética proliferativa. En este tipo de retinopatía, los vasos sanguíneos dañados se cierran, lo que causa el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos anormales en la retina. Estos vasos sanguíneos nuevos son frágiles y pueden perder sangre en la sustancia gelatinosa trasparente que ocupa el centro del ojo (vítreo).

    Finalmente, las cicatrices del crecimiento de los nuevos vasos sanguíneos pueden causar que la retina se desprenda de la parte posterior del ojo. Si los nuevos vasos sanguíneos interfieren en el flujo normal de líquido hacia afuera del ojo, puede producirse una acumulación de presión en el globo ocular. Esta acumulación puede dañar el nervio que lleva imágenes desde el ojo hasta el cerebro (nervio óptico) y producir glaucoma.

Factores de riesgo



  • Tener diabetes mucho tiempo

  • Control deficiente del nivel de glucosa en la sangre

  • Presión arterial alta

  • Colesterol alto

  • Embarazo

  • Consumo de tabaco

  • Ser afroamericano, hispanoamericano o indígena estadounidense

Complicaciones

La retinopatía diabética implica el crecimiento anormal de los vasos sanguíneos de la retina. Las complicaciones pueden provocar problemas de visión graves:

  • Hemorragia vítrea.

  • Desprendimiento de retina.

  • Glaucoma.

  • Ceguera.

Prevención



  • Controla la diabetes. Haz de la alimentación saludable y la actividad física parte de tu rutina diaria. Trata de hacer semanalmente al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada, como caminar. Toma los medicamentos orales para la diabetes o la insulina según las indicaciones.

  • Controla los niveles de glucosa sanguínea. Es posible que debas controlar y registrar el nivel de glucosa sanguínea varias veces al día o con más frecuencia si estás enfermo o estresado.

  • Pregúntale al médico acerca de una prueba de hemoglobina glicosilada. La prueba de hemoglobina glicosilada, o prueba de hemoglobina A1C, refleja el nivel promedio de glucosa en la sangre durante un período de dos a tres meses antes de la prueba. Para la mayoría de las personas con diabetes, la meta de HbA1c es estar por debajo del 7 %.

  • Controla la presión arterial y colesterol. Puede ser de ayuda comer alimentos saludables, hacer ejercicio regularmente y perder los kilos de más. A veces también se necesitan medicamentos.

  • No fumar.

  • Préstale atención a los cambios en la visión. Comunícate inmediatamente con el oftalmólogo si experimentas cambios súbitos en la visión o si esta se vuelve borrosa, nublada o si ves manchas o puntos.



NEFROPATIA DIABETICA

COMO AFECTA LA DIABETES AL RIÑON

NEFROPATIA DIABETICA


Equilibrio Renal | NEFROPATÍA DIABÉTICA

La diabetes es la causa principal de las enfermedades de los riñones. La enfermedad de los riñones significa que los riñones están dañados y no pueden filtrar la sangre como deberían. Alrededor de uno de cada cuatro adultos con diabetes tiene la enfermedad de los riñones.

El trabajo principal de los riñones es filtrar los desechos y el exceso de agua en la sangre en forma de orina. Los riñones también ayudan a controlar la presión arterial y a producir las hormonas que el cuerpo necesita para mantenerse sano.

Los riñones se ubican en la mitad de la espalda, justo debajo de la caja torácica.

Si los riñones están dañados, no pueden filtrar la sangre como deberían. Esto puede hacer que los desechos se acumulen en el cuerpo. El daño a los riñones también puede causar otros problemas de salud.

El daño de los riñones causado por la diabetes generalmente se va produciendo lentamente con los años.

¿Cómo causa la diabetes la enfermedad de los riñones?

Un nivel alto de azúcar en la sangre, también conocida como glucosa en la sangre, puede dañar los vasos sanguíneos de los riñones. Cuando los vasos sanguíneos se dañan, no funcionan tan bien. Además, muchas personas con diabetes tienen presión arterial alta, que también puede dañar los riñones.

También es más probable que tenga problemas de los riñones si tiene diabetes y:

  • fuma

  • no sigue su plan de alimentación para la diabetes

  • come alimentos con alto contenido de sal

  • no hace actividad física

  • tiene sobrepeso

  • tiene problemas del corazón

  • tiene antecedentes familiares de falla de los riñones

Si usted tiene diabetes y también tiene la presión arterial alta, es más probable que llegue a tener la enfermedad de los riñones.

¿Cómo puedo mantener los riñones sanos si tengo diabetes?

La mejor manera de detener o prevenir la enfermedad de los riñones causada por la diabetes es tratando de mantener sus niveles de azúcar en la sangre y presión arterial bajo control. Seguir hábitos saludables en el estilo de vida y tomar sus medicinas pueden ayudarle a alcanzar sus niveles ideales y mejorar su salud en general.

Establezca o mantenga hábitos saludables en el estilo de vida

Los hábitos saludables en el estilo de vida pueden ayudarle a alcanzar sus niveles ideales de azúcar en la sangre y presión arterial. Seguir los pasos a continuación también le ayudará a mantener los riñones saludables:

  • Deje de fumar.

  • Trabaje con un nutricionista o dietista para crear un plan de comidas para la diabetes y limitar la sal y el sodio.

  • Haga que la actividad física sea parte de su rutina.

  • Mantenga o llegue a un peso saludable.

  • Duerma lo suficiente. Intente dormir de 7 a 8 horas todas las noches.

 

miércoles, 22 de junio de 2022

BENEFICIOS DEL AZÚCAR DE COCO EN LA ALIMENTACIÓN DE PACIENTES DIABÉTICOS

 

Según las investigaciones, el azúcar de coco en la nutrición para diabéticos, da beneficios muy favorables.

Es un producto derivado de extraer la sabia de la flor del coco y calentarla para que se evapore la mayor parte del agua.

Es un clásico en países Asiáticos. Recuerda al azúcar moreno, con un color ligeramente parecido y una textura arenosa. Tiene un sabor natural parecido a este. 

Está formado por sacarosa (70%), glucosa y fructosa, aminoácidos (glutamina), minerales (hierro, zinc, calcio o potasio), o vitaminas del grupo B.

La diferencia entre este y otros edulcorantes es la obtenida a partir de la caña de azúcar, que es sometida a un proceso de refinamiento y aporta calorías vacías, la de coco es natural, conserva muchas propiedades de la planta y, por lo tanto, contiene más cualidades nutritivas.

También contiene inulina, un polisacárido que mejora la microbiota y ayuda a regular el tránsito intestinal.

Por lo que lo hace interesante para diabéticos es por su índice glucémico bajo, ya que es inferior a 35, mientras que el tradicional oscila entre los 60 y los 75. Se transforma en glucosa en la sangre muy lentamente, evitando las subidas repentinas de azúcar.

Es beneficioso para otros múltiples usos como: Fomenta el crecimiento de los huesos gracias a su aporte de fósforo y calcio, también el crecimiento de los músculos gracias al potasio que contiene, mantiene el sistema nervioso en estado de calma, reduce la hipertensión y favorece el flujo sanguíneo. 

En definitiva, ¿ Se recomienda el azúcar de coco?

Si, ya que tiene un bajo índice glucémico, a parte de vitaminas, hierro y zinc. Pero como todo, hay que hacer un consumo moderado y sin abusos, con una buena alimentación y actividad fisica a parte de un seguimiento por su enfermera de primaria.


martes, 21 de junio de 2022

NEUROPATÍA DIABÉTICA

La neuropatía diabética es un daño en los nervios debido a la diabetes. Con el tiempo, los niveles altos de azúcar (glucosa) en la sangre pueden dañar los vasos sanguíneos y los nervios. Estos aparecen principalmente en las piernas y en los pies, pero también pueden afectar los órganos del cuerpo.

Los nervios envían y reciben los mensajes cerebrales sobre el dolor, la temperatura y el tacto, y le indican a los músculos cuándo y cómo moverse. También controlan los aparatos del cuerpo que digieren la comida y eliminan la orina. Los problemas en los nervios pueden comenzar en los primeros 10 años después del diagnóstico de diabetes.

¿Cuáles son los síntomas de la neuropatía diabética?

Entre los síntomas más comunes se encuentran los siguientes:

  • Entumecimiento en las manos o los pies, generalmente en ambos lados.

  • Hormigueo o sensación de pinchazos en los pies.

  • Dolor en las manos, los pies o las piernas.

  • Problemas en los pies, como callos, piel seca, piel agrietada, dedos en garra y debilidad en los tobillos .

Aparte también puede causar problemas en otras partes del cuerpo como el tubo digestivo, el corazón, los órganos sexuales o los ojos, pudiendo provocar síntomas como:

  • Diarrea, estreñimiento

  • Mareos, especialmente al pararse

  • Infecciones renales

  • Disfunción eréctil

  • Sequedad vaginal

  • Pérdida de peso

  • Depresión y problemas para dormir

  • Cambios en la visión

¿Cómo se trata la neuropatía diabética?

El tratamiento dependerá de los síntomas, la edad y el estado de salud general. También de la gravedad de la afección.

El objetivo principal del tratamiento consiste en aliviar el dolor y las molestias. También puede ayudar a prevenir más daños en el tejido. El tratamiento puede incluir lo que se detalla a continuación:

  • Analgésicos (calmantes del dolor)

  • Antidepresivos que actúan en el sistema nervioso

  • Tratamiento con estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (ENET)

  • Hipnosis

  • Educación en relajación

  • Biorretroalimentación

  • Acupuntura

  • Calzado especial para proteger los pies de las lesiones

También es posible que reciba tratamiento por las complicaciones de la neuropatía diabética, como problemas digestivos, mareos, debilidad y problemas en la vista, urinarios o sexuales.

Puntos clave sobre la neuropatía diabética

  • La neuropatía diabética es un daño en los nervios debido a la diabetes. Aparece principalmente en las piernas y en los pies, pero también pueden afectar los órganos del cuerpo.

  • Los problemas en los nervios pueden comenzar en los primeros 10 años después del diagnóstico de diabetes. El riesgo aumenta si tiene diabetes hace mucho tiempo. Aproximadamente la mitad de las personas con diabetes tienen algún tipo de daño nervioso.

  • Los síntomas comunes son entumecimiento en las manos o los pies, y dolor en las manos, los pies o las piernas. También puede tener problemas en el tubo digestivo, el corazón, los órganos sexuales o los ojos.

  • La neuropatía diabética puede afectar su capacidad de sentir los síntomas de nivel bajo de azúcar en la sangre.

 

lunes, 13 de junio de 2022

 Medicamentos y diabetes

¿Qué debo tener en cuenta con los medicamentos si padezco diabetes?


A la hora de enfrentarse al tratamiento de una enfermedad común, el paciente diabético debe tener ciertas cosas en cuenta a la hora de elegir el medicamento adecuado. Entre ellas, podemos mencionar:

  • Comprobar los excipientes del fármaco: este aspecto lo detallaremos más adelante.
  • Mejor, comprimidos, salvo que se tengan problemas para tragar. Los jarabes podrían contener excipientes azucarados.
  • La opción sin azúcar es la más adecuada. A pesar de que las pequeñas dosis de azúcar no plantean un riesgo enorme, lo más seguro es consultar con tu farmacéutico que recomiende jarabes sin azúcar.
  • La enfermedad puede alterar los niveles de glucosa en la sangre y llevarlos a límites extremos, por lo que las mediciones de insulina habituales deben ser más constantes y frecuentes.


¿Cómo interacciona la insulina con los fármacos?


Existen varios tipos de medicamentos que pueden interactuar de diferentes formas con la insulina, que como hemos dicho, es la base farmacológica en la diabetes, tanto tipo 1 como tipo 2:

  • Medicamentos que disminuyen el efecto de la insulina (producen una posible hiperglucemia): anticonceptivos orales; glucocorticoides; antidepresivos tricíclicos; algunos fármacos simpático-miméticos.
  • Medicamentos que aumentan el efecto de la insulina por diversas vías (posible hipoglucemia): antidepresivos IMAO; algunos anticoagulantes (dicumarol); sulfonamidas; salicilatos; clofibrato; cloranfenicol y alopurinol.
  • Medicamentos que alteran la acción o secreción de insulina (acción antagónica y posible hiperglucemia): diuréticos; difenilhidantoína; betabloqueantes; esteroides; estrógenos; indometacina; isoniacida; ácido nicotínico.


¿Qué tipos de medicamentos comunes no puedo tomar si tengo diabetes?


En concreto, a la hora de elegir un tratamiento para una enfermedad común, como los procesos gripales o catarrales, golpes, fiebre o procesos inflamatorios, el paciente diabético debe conocer qué efectos pueden conllevar para su salud algunos medicamentos muy habituales, que pueden alterar el nivel de glucosa en sangre.

En concreto, podemos mencionar:


  • Paracetamol y otros medicamentos para el dolor y la fiebre: incluso sin azúcar, los medicamentos para el resfriado pueden hacer, a corto plazo, que los niveles de glucosa en la sangre sean impredecibles. Por eso, es recomendable que el paciente con diabetes no confíe ciegamente en las lecturas del monitor de Control de Glucosa durante una enfermedad aguda, ya que estos fármacos, usados en presencia de alteraciones hepáticas severas, interfieren con ciertos dispositivos. Por ejemplo, a las 3 horas de haber tomado 1 gramo de paracetamol, el monitor puede mostrar 60 mg/dl de más de glucemia. En su lugar, es mejor guiarse con las pruebas de monitorización de glucosa en la sangre, mientras duren los síntomas del proceso.
  • Corticoides: las personas con diabetes mellitus pueden precisar su uso para el tratamiento del asma, problemas de la piel, alergias, conjuntivitis, tendinitis, etc. Por eso, hay que recordar son fármacos que pueden descompensar el control glucémico por hiperglucemia, por lo que se debe ajustar la pauta mientras dure el tratamiento corticoide.
  • Ácido aceilsalicílico: se ha sabido que baja los niveles de glucosa.
  • Anticonceptivos orales: pueden elevar la glucemia.
  • Cafeína: aumenta los efectos de la adrenalina y el glucagón, que dan salida a la glucosa almacenada en el hígado y, por tanto, sube el nivel de glucemia.
  • Fenilefrina y pseudoefedrina: en personas diabéticas con problemas vasculares pueden provocar constricción de los vasos sanguíneos y ocasionar efectos adversos. Además, estos descongestionantes se encuentran en la mayoría de los productos de venta libre y pueden elevar los niveles de glucosa.
  • Ácido ascórbico: puede interferir dando un valor irrealmente alto en el control de la glucemia.
  • Otros tratamientos frecuentes y que pueden alterar el nivel de glucosa en sangre son los medicamentos para la hipertensión arterial, los diuréticos tiazídicos, beta-bloqueantes, las estatinas para la hipercolesterolemia, las quinolonas si aparecen infecciones sistémicas, los inhibidores de la proteasa (SIDA), o los antiinflamatorios (cuidado si hay insuficiencia renal).


¿Qué excipientes de los medicamentos hay que considerar ante la diabetes?


En España existe una norma, la CIRCULAR Nº 1/2018, que regula la declaración obligatoria de diversos excipientes de los medicamentos en el prospecto de dicho fármaco. Por tanto, si se consulta, se puede conocer la advertencia de su potencial efecto en nuestra salud.

Algunos de los excipientes más habituales en cualquier medicamento y que los pacientes con diabetes deben considerar son:

  • Azúcar invertido: se permiten hasta 5 gramos en cada comprimido del medicamento y se incluye en el prospecto una advertencia sobre su efecto. Si se padece una intolerancia a ciertos azúcares, hay que consultar con el médico antes de tomar el medicamento. Además, los pacientes con diabetes mellitus deben tenerlo en cuenta porque supone que el fármaco contiene cierta cantidad de una mezcla de fructosa y glucosa por comprimido, lo que puede afectar a sus niveles de glucemia. Por último, no está de más tener en cuenta que puede producir caries.
  • Galactosa: es un excipiente que se permite en cantidades de hasta 5 gramos por dosis. Los pacientes con diabetes mellitus deben tener en cuenta la cantidad determinada de galactosa por dosis contenida en ese medicamento se descompone en ciertos gramos de glucosa.
  • Glucosa y sacarosa: se permiten hasta 5 gramos de glucosa por dosis, advirtiendo al paciente sobre dicho contenido.
  • Lactosa: respetando la presencia máxima de 5 gramos por dosis, el paciente diabético debe conocer que cada gramo de lactosa se descompone en el organismo en medio gramo de glucosa y medio gramo de galactosa.

Los edulcorantes son un grupo amplio de excipientes que también están presentes en numerosos medicamentos:

  • Sacarina (E-954): es el más conocido universalmente. Su uso no está limitado en la diabetes, pero su exceso desvirtúa el sabor de los alimentos, dándoles un sabor metálico.
  • Aspartamo (E-951): es un edulcorante de origen proteico que cuenta con una gran capacidad de endulzar. Su consumo está permitido sin limitaciones en la diabetes.
  • Fructosa: es un glúcido que se usa como edulcorante en preparados para diabéticos y en medicamentos. En nuestro organismo, se convierte parcialmente en glucosa, con lo cual eleva el nivel de glucemia, aporta calorías y puede producir caries.
  • Lactitol, maltitol (E-965), sorbitol (E-420) y xilitol: son edulcorantes que aportan calorías a tener en cuenta en la dieta habitual, y más aún en la de una persona diabética.
  • Glicerol (E-422): se permite un máximo de 10 gramos por dosis en los medicamentos y en cualquier paciente puede tener efectos como dolor de cabeza, molestias de estómago y diarrea.
  • Otros edulcorantes como ciclamato (E-952) (no recomendado en niños) y acesulfamo potásico no suelen estar presentes en medicamentos.
  • Si un medicamento tiene este tipo de azúcares como excipientes, es importante que el paciente diabético realice un ajuste de su tratamiento con insulina, siempre aconsejado por su médico especialista.