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domingo, 14 de enero de 2024

Menopausia y colesterol

Menopausia y colesterol

Existen dos tipos principales de colesterol en el organismo que son el colesterol de las lipoproteínas de baja densidad (colesterol LDL) y el colesterol de las lipoproteínas de alta densidad (colesterol HDL), es decir, el bueno y el malo, pero ¿Qué relación guardan estos con la menopausia?

Índice

¿Qué es el colesterol?

El colesterol es una sustancia blanca que se encuentra en los lípidos o grasas del torrente sanguíneo y en todas las células del cuerpo humano. Este, junto a otras grasas, no pueden disolverse en la sangre y tiene que ser transportado hacia y desde las células por portadores especiales conocidos como lipoproteínas (la LDL o la HDL).El colesterol es importante en medicina porque las concentraciones sanguíneas de colesterol y de lípidos tienen mucho que ver con el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y, aunque son muchos los que piensan que todo colesterol es malo, se equivocan ya que en realidad uno podríamos denominarlo como “colesterol malo” y el otro como “colesterol bueno”. De hecho, nuestro cuerpo necesita el colesterol para fabricar las membranas celulares e incluso para producir ciertas hormonas. Es nuestro propio hígado, además, el que produce colesterol en condiciones naturales para esas tareas específicas.

El colesterol LDL (o colesterol malo) se denomina así porque las partículas de lipoproteínas de baja densidad lo transportan a las células y unas altas concentraciones de colesterol LDL dan lugar a la acumulación de grasa en el interior de los vasos sanguíneos; y el colesterol HDL (o colesterol bueno), por su parte, es el que transporta el colesterol de las células nuevamente al hígado de donde puede ser eliminado del organismo. Y, aunque más del 80% del colesterol que se tiene en la sangre se produce en nuestro propio hígado, el resto viene de alimentos y por eso los que hay que evitar son los ricos en grasas saturadas porque son estos los que aumentan realmente las concentraciones de colesterol.

Pero ¿Qué pasa en la menopausia?

La menopausia es un diagnóstico retrospectivo por lo que habrá que esperan a que transcurra un año desde la última regla, es decir, el cese definitivo de la función ovárica que externamente se traduce en la desaparición de las reglas. Esta, además, suele presentarse alrededor de los 50 años aproximadamente, aunque puede transcurrir también en el intervalo que va desde los 45 hasta los 55 años.

La mayoría de las mujeres en la menopausia padecerá uno o más síntomas algo desagradables a causa de la disminución de hormonas y algunos de ellos que incluso llegarán a inquietarlas. Sin embargo, existe un 15% de mujeres que, aunque no padecen ninguna molestia, también podrían verse afectadas a largo plazo por la osteoporosis, y otro porcentaje que no presentarán ninguna sintomatología.

Son muchas las personas que piensan que las concentraciones de colesterol disminuyen después de que la mujer llega a la menopausia porque hay menos estrógenos en la sangre, pero esto es falso ya que es después de la menopausia cuando la mujer debe prever que sus concentraciones de colesterol suban, no solo porque el colesterol malo (LDL) suba en esta etapa sino porque las mujeres postmenopáusicas tienden a subir de peso y se vuelven más sedentarias. Y por eso también cuanto antes la mujer se ocupe del colesterol alto o hipercolesterolemia, mucho mejor .Y mejor también porque, a medida que se va envejeciendo, y se produce la oxidación del organismo el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares aumenta. Es decir, que cuantos más años se tenga más importancia tendrá el colesterol y es por ello por lo que nunca es tarde para comenzar a ocuparse una de su salud porque, además, el tratamiento temprano del colesterol alto después de la menopausia es muy importante para reducir el riesgo de sufrir enfermedades del corazón o cardiopatías.

Lo bueno de esto es que, a diferencia de lo que ocurre con muchos otros síntomas ligados a la menopausia, el colesterol alto es algo que sí se puede tener bajo control modificando la alimentación y el estilo de vida para mantener un corazón lo suficientemente sano.



¿Qué puedo hacer para mantener a raya el colesterol durante la menopausia?

El control es la clave para procurar que menopausia y colesterol no se conviertan en un problema durante la menopausia. Por un lado, es necesario vigilar periódicamente y mediante analíticas los valores en los que te encuentras y, por otro lado, es importante controlar tus hábitos de vida y tu alimentación. Son pequeños esfuerzos que pronto se reflejan en buenos resultados y que favorecen no solo la salud cardiaca, sino que conseguirán disminuir en general muchos de los síntomas habituales de la menopausia.

DEPORTE

  • La actividad física es fundamental para reducir el colesterol malo. Lo ideal es hacer deporte en la menopausia poco tiempo, pero varios días a la semana. Trata de encontrar un deporte con el que te sientas cómoda y motivada.

VIDA SALUDABLE

  • Evita el alcohol y el tabaco y tómate muy en serio tratar de reducir el estrés. Es clave para controlar la relación de menopausia y colesterol

DIETA ADECUADA

  • Intenta mantener un peso saludable, bebe mucha agua para mantenerte hidratada y cuida tu alimentación. Para luchar contra el colesterol malo en sangre, la dieta debería ser rica en fibra soluble, fruta, verdura y omega-3. Evita, sobre todo, las grasas saturadas, los azúcares y los alimentos ultra procesados. 

  • TRATAMIENTOS NATURALES

    • Los tratamientos naturales a base de semillas o plantas pueden ser adecuados para ayudar a controlar los niveles de colesterol y bajar la presión de la sangre. Ahora bien, siempre que vayas a iniciar un tratamiento, es conveniente que lo supervise una o un médico. Si aun así tu especialista lo considera oportuno, puede que te recete algún fármaco específico para bajar el colesterol y evitar problemas mayores. Estos tratamientos tomarse por un tiempo limitado y con controles cada cierto tiempo.

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