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martes, 21 de septiembre de 2021

CUIDADO DE LOS PIES EN CASO DE DIABETES

La diabetes puede dañar los vasos sanguíneos y los nervios de los pies, causando entumecimiento y reducción de la sensibilidad. Como resultado de esto, los pies de una persona diabética son más propensos a dañarse y a un proceso de curación más lento. Incluso las heridas o ampollas pequeñas se pueden convertir en un problema si se desarrolla una infección o no sanan, también pudiendo desarrollar una úlcera de pié diabético, que sin tratamiento son la causa más común de amputaciones de dedos, pies y piernas en personas con diabetes.
 

Cuidados personales

Realizar una revisión de los pies todos los días, inspeccionando arriba, a los lados, las plantas de los pies, los talones y entre los dedos. Signos de alarma:
• Piel seca y rajada.
• Ampollas o úlceras.
• Hematomas o cortaduras.
• Enrojecimiento, calor o sensibilidad (ausente con frecuencia debido al daño de los nervios).
• Puntos firmes o duros.
 

El lavado de los pies se realizará todos los días con agua tibia y jabón suave.
• Verificar primero la temperatura del agua con las manos o el codo.
• Secar suavemente los pies, sobre todo entre los dedos.
• Usar loción, vaselina o aceite sobre la piel seca, sin ponerlo entre los dedos de los
pies.
 

Para cortarse las uñas, se realizará de la siguiente forma:
• Remojar los pies en agua tibia para ablandar la uña antes de recortarla.
• Cortar la uña en forma recta, debido a que las uñas curvas tienen mayor probabilidad de resultar encarnadas.
• Verificar que el borde de cada uña no ejerza presión dentro de la piel del siguiente dedo.
 

Consejos

  1. Fumar disminuye el flujo sanguíneo a los pies, por ello es más que recomendable dejarlo, hay diferentes tratamientos que ayudan a ello. 
  2. No utilizar ningún dispositivo para calentarse los pies. No caminar descalzo, sobre todo en el pavimento o en las playas de arenas calientes, ya que puede causar quemaduras graves en personas con diabetes porque la piel no responde normalmente al calor.
  3. Revisar y usar los zapatos en todo momento para proteger los pies de una lesión. Tienen que ser cómodos y que ajusten bien cuando se compren, no sintiendo presión en ninguna zona del pie.
  4. Usar calcetines limpios y secos o medias sin elásticos ni costuras todos los días. Los agujeros en los calcetines o las medias pueden ejercer presión dañina en los pies.
  5. Mantener los niveles de azúcar en sangre en un rango adecuado, esto ayudará a que el proceso de cicatrización sea más rápido, y así evitar infecciones.

 

En caso de tener una herida (corte, ampolla o rozadura) es recomendable seguir los siguientes pasos:
• Lavarse bien las manos antes de realizar la cura de la herida.
• Lavar la herida con suero fisiológico o con agua y jabón.
• Realizar un buen secado con gasas estériles.
• Aplicar un antiséptico (clorhexidina).
• Tapar y proteger la herida con gasa estéril y apósito.
• Acudir al centro de salud para un seguimiento del tratamiento.
 

Acudir a su centro de salud cuando exista alguno de los siguientes cambios en cualquier parte del pie:
• Enrojecimiento, hinchazón o aumento del calor.
• Llagas o hendiduras.
• Hormigueo o sensación de ardor.
• Dolor.

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