Podemos definir la estabilidad emocional de la siguiente forma:
«La tendencia de algunas personas a ser más vulnerables a problemas de depresión y ansiedad cuando se encuentran con situaciones estresantes y que se relaciona con una mayor o menor satisfacción en las diversas áreas de la vida así como con la capacidad de manejar la propia vida en general».
Una estabilidad emocional aumentada se corresponde a un mayor control de las emociones, viéndose menos afectadas por los problemas de la vida.
¿Cómo influye el estrés y el bajo ánimo en nuestra diabetes?
Los estudios hablan de que personas diabéticas con niveles altos de estrés tienden a alterar más su rutina en cuanto a alimentación y ejercicio.
- Por otro lado, en este cambio de sensaciones, se intercalan dos fases: la primera de ellas está relacionada con la amenaza y la segunda con el período de reposo. Durante la primera, el corazón late más deprisa, lleva más sangre a las extremidades y por tanto la desvía de otras zonas. Por esta razón sentimos que se nos cierra el estómago y dejamos de sentir hambre. En la segunda fase, cuando parece que la amenaza se ve más asequible o simplemente porque nuestro cuerpo ha gastado reservas y no puede más, aparece un hambre voraz centrada en azúcares simples y grasas. Este apartado puede ser especialmente relevante en los niños.
- La suma de estos dos factores supone descompensaciones horarias saltos de dieta, descuidos....
- Uno de ellos es el cortisol. El cortisol está englobado dentro de lo que se conoce como hormonas contrainsulares (junto con la hormona del crecimiento, la adrenalina o epinefrina y el glucagón), y como su nombre indica; todas ellas son hormonas que van en contra del efecto de la insulina (reduciendo su producción, generando bloqueos o aumentando las resistencias en la célula). El cortisol es la hormona que más esta relacionada con el estrés. Es una hormona muy centrada en los ritmos circadianos y en parte explica porque en ciertos momentos del día necesitamos más necesidades de insulina que otros. Produce tanto un bloqueo en la entrada de la insulina a los tejidos como un aumento de los niveles de glucosa al favorecer la gluconeogénesis (formación de glucosa a partir de precursores no glucídicos( proteínas y grasas).
- Y por ultimo, glucagón. Otra de las hormonas contrainsulares que es segregada por el organismo en situaciones de estrés y cuya misión no es otra que cargarse nuestras reservas de glucosa almacenadas en el hígado (el cuerpo ante la amenaza piensa que necesitamos consumir reservas extras).
- El estrés realmente se comporta como una ruleta rusa, y aunque hay que decir que generalmente tenderemos a la hiperglucemia en su presencia; no nos equivoquemos, también podemos sufrir hipoglucemias. Es sencillo si lo ves desde el punto de vista de los desajustes en la rutina normal de un diabético.
Bajo ánimo y diabetes: Sus consecuencias.
- Muchas de las personas no llegan a esos niveles y experimentan alteraciones del estado de ánimo, o síntomas depresivos leves.
- Algunos síntomas de la depresión pueden deteriorar la salud física y mental en general, no sólo aumentando el riesgo de diabetes sino empeorando los síntomas de la misma. Por ejemplo, la fatiga, el sentimiento de inutilidad o la tristeza pueden llevar a la persona a ignorar las dietas especiales o las pautas de medicación necesarias para controlar la diabetes, lo que empeora los síntomas.
- Los estudios demostraron que las personas con diabetes y depresión presentan síntomas de diabetes más graves que las personas que sólo sufren de diabetes.
- Es más, parece que se retroalimentan entre ellas ya que la depresión asociada a diabetes puede resultar más repetida en el tiempo, los episodios podrían durar más y el índice de recuperación a largo plazo ser mucho más bajo.
¿Cómo solucionar este problema?
Habla abiertamente de lo que tienes en casa.
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