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viernes, 30 de septiembre de 2022

FRIO Y DIABETES

 

FRIO Y DIABETES

Así podría usarse el frío para combatir la diabetes tipo 2 

El frío, que en muchas personas con diabetes se traduce en frío corporal. ¿Sientes a menudo que tienes los pies fríos? ¿Las manos heladas? Veamos por qué ocurre esto.

Hay estudios que apuntan a que ante bajas temperaturas, el cuerpo metaboliza glucosa para mantener el calor corporal. Y, claro, si una persona con diabetes está en niveles bajos de glucosa, eso se traduce en dos riesgos: por un lado, una mayor tendencia a la hipoglucemia ante fríos extremos. Por otro, más probabilidades de sufrir una hipotermia.

Aunque cabe apuntar que no hay un consenso científico claro respecto a esto. Por eso, lo que sí os podemos decir con seguridad es que, antes una exposición a bajas temperaturas es importante que reviséis con una mayor frecuencia vuestros niveles de azúcar, y que prestéis más atención a mantener la hidratación (¡el frío también deshidrata! Lo habréis notado cuando se os secan los labios en una noche especialmente gélida).

Mucho más si vais a realizar algún tipo de actividad física, que favorezca aún más una bajada (tened siempre cerca vuestro producto con hidratos de carbono favorito para las “remontadas”).

Notar un frío atípico es uno de los síntomas de hipoglucemia. Por eso si ya estamos expuestos a bajas temperaturas estamos perdiendo ese indicador.

Eso a corto plazo. Porque en realidad el frío continuado nos afecta de la forma justamente contraria, incrementando los niveles de glucosa. Nuestro cuerpo, expuesto repetidamente a las bajas temperaturas, da la orden de generar más glucosa para tener una reserva con la que combatir el frío. No en vano, los países nórdicos son los que sufren un mayor porcentaje de personas con diabetes. ¡No es ninguna casualidad!

Y, ojo, recordad que la insulina puede congelarse. Si vais a salir a la calle a una temperatura bajo cero, y lleváis un vial de insulina, mantenedlo cerca de vuestro cuerpo (si es que no tenéis un envase que proteja el vial de las temperaturas) para que no se congele y la insulina pierda su efectividad. Ese mismo consejo debéis usarlo para vuestra bomba y medidor, que también pueden sufrir los efectos de temperaturas muy bajas. Proteged vuestro cuerpo con buenas prendas de abrigo.

Una nueva investigación, presentada en la Reunión Anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD) de este año en Estocolmo (Suecia), concluye que temblar durante la exposición repetida al frío mejora la tolerancia a la glucosa, disminuye los niveles de azúcar y grasa en sangre en ayunas, y reduce notablemente la presión arterial en adultos con sobrepeso y obesidad.El estudio preliminar, realizado por Adam Sellers, Sten van Beek y sus colegas de la Universidad de Maastricht (Países Bajos), pone de manifiesto el potencial de la exposición repetida al frío que activa los escalofríos como estrategia alternativa para tratar y prevenir la diabetes de tipo 2 (T2D).

Pero aunque la termogénesis sin escalofríos -que genera calor a partir de la energía almacenada sin contracción muscular- está implicada en la aclimatación al frío leve, un estudio de seguimiento indicó que cierto nivel de actividad/escalofríos musculares (leves) puede ser crucial para activar los efectos metabólicos beneficiosos del frío.

"Cuando tenemos frío, podemos activar nuestra grasa parda porque quema energía y libera calor para protegernos. Además, el músculo puede contraerse mecánicamente, o temblar, generando así calor. Como en un ser humano hay bastante más músculo que grasa parda, los escalofríos pueden quemar más calorías y producir más calor", explica Sellers.

Para saber más, los investigadores expusieron a voluntarios -11 hombres y 4 mujeres posmenopáusicas con sobrepeso u obesidad (de 40 a 75 años, con un IMC de 27 a 35 kg/m2)- a 10 días consecutivos de frío para activar los escalofríos, utilizando un traje con perifusión de agua para controlar y bajar la temperatura corporal. Los participantes fueron expuestos al frío, de 32°C a 10°C, hasta que temblaron durante una hora al día.

Los escalofríos se controlaron mediante dispositivos especiales colocados en la piel que detectan la actividad eléctrica muscular, así como mediante la observación visual. La hora de escalofríos se iniciaba cuando el gasto energético en reposo aumentaba en un 50%.

Antes y después de la intervención, se realizó una prueba oral de tolerancia a la glucosa (POTG) de 2 horas en condiciones de termoneutralidad, es decir, a una temperatura ambiental en la que el cuerpo no necesita producir calor para mantener su temperatura central. Los investigadores también midieron la frecuencia cardíaca y la presión arterial y tomaron biopsias musculares para determinar posibles cambios en el músculo relacionados con el metabolismo de la glucosa, como la translocación de GLUT4.

Los resultados mostraron que los escalofríos repetidos inducidos por el frío redujeron significativamente las concentraciones medias de glucosa en plasma en ayunas de 5,84 a 5,67 mmol/L, y mejoraron la tolerancia a la glucosa en un 6%.




jueves, 29 de septiembre de 2022

ALIMENTOS CON MALA FAMA QUE PROTEGEN DE LA DIABETES

 

ALIMENTOS CON MALA FAMA QUE PROTEGEN CONTRA DIABETES




Los productos animales y sus derivados, de  a los lácteos y huevos, se han señalado durante años como potenciales productores de enfermedades cardiometabólicas. Con el tiempo, se ha podido demostrar que algunos de ellos, como las carnes procesadas, son indiscutiblemente dañinos para la salud humana. Pero otros se han posicionado como potenciales protectores.

Así lo confirma una nueva investigación presentada en la 'Reunión Anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes en Estocolmo': los productos lácteos, sobre todo el yogur y los desnatados, pueden reducir el riesgo de sufrir diabetes, mientras que la carne roja y procesada lo disparan.



Actualmente la diabetes tipo 2 es la forma más común y extendida de diabetes en todo el mundo. Esta enfermedad se produce cuando el páncreas no es capaz de producir suficiente insulina para procesar el azúcar o glucosa sanguíneos, manteniendo los niveles de glucemia elevados en sangre. Y si sigue produciéndola, ya no funciona correctamente al haber desarrollado baja sensibilidad a la insulina.



Se sabe que el sobrepeso y la obesidad son los principales factores de riesgo para sufrir diabetes tipo 2, y se prevé que su incidencia aumente durante los próximos años. Sus complicaciones secundarias más comunes son la enfermedad cardíaca y renal, pérdida de visión y problemas circulatorios que llegan a provocar incluso la amputación de extremidades en algunos casos.


Los tres 'venenos blancos' con fama de inocentes en España .Son alimentos muy consumidos y tienen detrás una evidencia científica aplastante sobre sus efectos…

Las pautas dietéticas actuales recomiendan el consumo de productos vegetales como frutas, verduras, legumbres, granos enteros y aceite de oliva, limitando el consumo de alimentos de origen animal. Sin embargo, no todas las fuentes de proteína animal son iguales, y saber cuáles se asocian a un mayor o menor riesgo de diabetes sería crucial para actualizar las pautas dietéticas.

[Éstas son las proteínas que debes tomar a menudo: bajas en grasas y sin colesterol]

Con este objetivo en mente, el equipo de la Dra. Annalisa Giosuè, del Departamento de Medicina Clínica y Cirugía de la Universidad de Nápoles Federico II (Italia), llevó a cabo una revisión de los metanálisis existentes sobre la relación entre diferentes alimentos de origen animal y la diabetes. Este tipo de "revisión de revisiones" es considerado el más alto nivel de evidencia disponible en ciencia en general, y en medicina en particular.

En este caso,  realizaron búsquedas en las bases de datos de PubMed, Web of Science, Scopus y Embase. Se analizaron 13 metanálisis con 175 estimaciones de la cantidad de 12 productos diferentes: carne total, carne roja, carne blanca, carne procesada, pescado, lácteos totales, lácteos enteros, lácteos desnatados, leche, queso, yogur y huevos.

Según sus resultados, existiría un aumento significativo (un 20%) del riesgo de sufrir diabetes tipo 2 con el consumo de 100 g diarios de carne total, un 22% más al tomar 100 g diarios de carne roja, y un 30% con solo 50 g diarios de carne procesada. En este caso, la calidad de la evidencia era moderada. Por su parte, hubo un menor aumento de riesgo (un 4%) si se consumían 50 g diarios de carne blanca.

Según explican, la carne roja contiene ácidos grasos saturados, colesterol y hierro. Son componentes conocidos por contribuir a la inflamación crónica de bajo grado y el estrés oxidativo, lo que se relaciona con una menor sensibilidad celular a la insulina. Además, las carnes procesadas contienen nitratos, nitritos y sodio, que causan daños en las células pancreáticas productoras de insulina. La carne blanca, en comparación, contiene menos cantidad de grasa, un perfil de ácidos grasos más favorable y una menor cantidad de hierro hemo.

En la otra cara de la moneda, los productos lácteos parecían proteger contra la diabetes tipo 2 o tenían una relación neutral con la enfermedad. Así, 200 g diarios de leche se asociarían con un 10% menos de riesgo; 200 g diarios de lácteos totales supondrían un 5% menos de riesgo, y 200 g diarios de lácteos desnatados, un 3% menos de riesgo. Por su parte, 100 g diarios de yogur se asociarían con un 6% menos de riesgo.

El queso (30 g diarios) y los productos lácteos enteros (200 g diarios) no parecían tener relación con la diabetes tipo 2, aunque esta evidencia fue de calidad moderada o baja. En este caso, la Dra. Giosuè explica que los lácteos son ricos en nutrientes, vitaminas y otros compuestos bioactivos favorables para el metabolismo de la glucosa, lo que explicaría su relación beneficiosa o neutral con la diabetes tipo 2.

Para finalizar, tanto el pescado (100 g diarios) como los huevos (un huevo diario) tuvieron una relación neutra con la enfermedad. Como siempre, y a pesar de que la mencionada revisión de revisiones tiene un alto potencial de evidencia, los investigadores hacen hincapié en la necesidad de continuar investigando para lograr la mejor calidad de evidencia posible.




miércoles, 28 de septiembre de 2022

DEMENCIA: PREVENCIÓN Y DETECCIÓN

Conocemos como demencia de forma general a la pérdida de memoria y de otras habilidades intelectuales, llegando a afectar a la vida diaria. Estas alteraciones son consecuencia de la muerte de un tipo de células del cerebro, las neuronas. La demencia más común es la conocida como Alzheimer. Existen además demencias de otro tipo como la demencia vascular, causada por interrupción o disminución del flujo de sangre al cerebro, demencia por Parkinson,… 

Estos problemas de memoria, razonamiento y comportamiento, no tienen relación con el envejecimiento natural. 

Inicialmente apreciamos desorientación en tiempo y/o espacio. Posteriormente la situación se agrava con pérdidas de memoria, dificultad para resolver operaciones sencillas, descoordinación de movimientos, dificultad para reconocer a gente cercana, para expresarse o seguir una conversación. Todo ello ocasiona una pérdida de autonomía. La evolución de la enfermedad es progresiva e irreversible, y los déficits cognitivos se agravan de forma progresiva. 


Factores de riesgo: 

  • Edad. 
  • Antecedentes familiares de demencia. 
  • El padecer enfermedades cardiacas o vasculares, diabetes, colesterol elevado, hipertensión arterial, aumenta la probabilidad de padecer demencia. 
  • Reduciremos el riesgo de padecer demencia: llevando una dieta saludable, una vida activa y,  evitando el consumo de alcohol y tabaco. 

Prevención del deterioro cognitivo: 

Aunque no existe un tratamiento eficaz o un método de prevención comprobado para la enfermedad de Alzheimer y las demencias relacionadas, por lo general, llevar un estilo de vida saludable puede ayudar a abordar los factores de riesgo que se han asociado con estas enfermedades. 

  • Mantener la mente activa, la estimulación mental y el entrenamiento cognitivo es útil.  
  • Llevar una vida activa, realizando una actividad física de forma regular. 
  • Alimentación saludable: una dieta que incluya frutas, verduras, pescado, cereales, aceites en crudo y escasa cantidad de sal y grasas saturadas. 
  • Buen control de factores de riesgo cardiovascular: la hipertensión, diabetes y el sobrepeso, se asocian a un mayor riesgo de padecer demencia, por lo que se recomienda tener controladas estas patologías. 
  • Reducción del estrés: la ansiedad y el estrés tienen efectos negativos sobre la memoria. 
  • Sueño y descanso: un buen descanso de forma habitual, tiene efectos positivos sobre la memoria.  
  • La pérdida auditiva puede afectar la cognición y el riesgo de demencia en los adultos mayores y puede dificultar la interacción con los demás. 
  • Evite lesiones en la cabeza. Tome medidas para evitar caídas y lesiones en la cabeza, como cerciorarse de que su casa sea segura contra las caídas y usar zapatos con suelas antideslizantes que apoyen completamente los pies.

lunes, 26 de septiembre de 2022

Diabetes tipo 1 y embarazo. Factores a tener en cuenta.

 

Hay mucho que considerar al intentar embarazarse o estar embarazada siendo una mujer con diabetes tipo 1. Existe el deseo maternal de hacer todo lo que puedas por tu futuro bebé para que pueda tener la mejor vida posible. Un embarazo ideal es el embarazo a término completo y sin complicaciones, siendo el resultado un bebé saludable y feliz.

Tener diabetes tipo 1 no significa que no puedes tenerlo, significa que tienes que ser más observadora, estar más preparada debido a mayores riesgos relacionados con esta enfermedad. Pero eres una persona con diabetes tipo 1, así que ya tienes experiencia en el control.

Todos los embarazos corren el riesgo de tener complicaciones, pero tener diabetes tipo 1 te hace más susceptible a unos riesgos específicos. Estas son las cosas más importantes que debes hacer para bajar esos riesgos:

  1. Mantén los niveles de glucosa en la sangre dentro del rango

Lo más importante es mantener tus niveles de glucosa en la sangre dentro de un rango saludable. Revisa tus números y hazlo frecuentemente. Esto disminuirá la posibilidad de que se le de azúcar en exceso a tu bebé. El azúcar en exceso para tu bebé puede ocasionar un crecimiento rápido como que estuviera siendo “sobrealimentado” (macrosomía) o puede ocasionar un daño en el desarrollo temprano de los órganos (completamente desarrollado a la séptima semana).

Esto no solo es vital para la salud de tu bebé durante el embarazo sino que también antes de la concepción. Los doctores recomiendan tener los niveles de glucosa en la sangre dentro del rango antes de quedarte embarazada y tener un buen seguimiento y control.

El rango de glucosa en la sangre deseado antes del embarazo:

  • 80 -110 mg/dL antes de comer

  • 100 -155 mg/dL 1-2 horas después de comer

El rango de glucosa en la sangre deseado durante el embarazo:

  • 60 – 99 mg/dL antes de comer

  • 100 -129 mg/dL 1-2 horas después de comer

Asegúrate de fijar metas con tú médico con anticipación para que sepas cuál es un rango apropiado para ti. Además, si todavía no estás bajo un control y usando una bomba, habla con tú médico sobre la posibilidad de usar estos aparatos ya que pueden ser de mucha ayuda en el monitoreo y el control de tus niveles de glucosa en la sangre. Recuerda que una dieta saludable previamente planificada también puede ayudarte a controlar tus niveles ya que puedes anticiparte a cómo responderás a la comida que consumas. El ejercicio también puede reducir la necesidad de insulina, ayudándote a estar saludable para tu bebé, mientras que naturalmente bajas tus niveles de azúcar. (Asegúrate de siempre consultar a tú enfermera o médico antes de hacer cambios en tu estilo de vida).

  1. Encuentra una enfermera o médico y visítalo con frecuencia

Necesitarás monitorear con más frecuencia tu salud y la de tu bebé, así que escoge doctores en los que confíes y que idealmente tengan experiencia con madres que tienen diabetes tipo 1. Si estás planificando un embarazo, debes realizarte un examen que incluya lo siguiente:

  • Una prueba de hemoglobina A1C (tu resultado deseado debería ser menor del 7%)

  • Una revisión de tu presión sanguínea (las mujeres con diabetes tipo 1 tienden a tener presión sanguínea más alta; lo cual puede conducir a una preeclampsia)

  • Una evaluación de salud del corazón, los riñones, el sistema nervioso, la tiroides y los ojos (si tienes un órgano, una glándula o un sistema de fibras que no esté saludable, corres el riesgo de daños adicionales en estas áreas específicas, así que puede ser recomendable mejorar la salud antes de embarazarse)

  • Toma vitaminas prenatales que incluyan ácido fólico; si puedes, tómalas un mes antes de la concepción. Esto puede ayudar a prevenir defectos de nacimiento en el cerebro y la médula espinal.

Los riesgos que debes conocer

  • Preeclampsia (hipertensión gestacional o presión sanguínea alta algunas veces con proteínas en la orina). Las mujeres con diabetes tipo 1 están predispuestas a esta condición ya que, para empezar, frecuentemente tienen mayor presión sanguínea.

  • Desarrollo de resistencia a la insulina. Durante el embarazo, la placenta suministra nutrientes y agua al feto en desarrollo. También produce una variedad de hormonas para mantener el embarazo. En los primeros meses del embarazo, las hormonas pueden causar el aumento de secreción de insulina y la disminución de la glucosa producida por el hígado, lo cual puede conducir a hipoglucemia (niveles bajos de glucosa en la sangre). En los últimos meses del embarazo, algunas de estas hormonas (estrógeno, cortisol y lactógeno placentario humano) pueden tener un efecto de bloqueo sobre la insulina, una condición llamada resistencia a la insulina. Conforme la placenta se desarrolla, se producen más de estas hormonas y la resistencia a la insulina es mayor.

  • Empeoramiento de las complicaciones de la diabetes. Si te embarazas mientras unos órganos y glándulas específicas o el sistema nervioso no están saludables, esto puede empeorar con respecto al aumento de la dificultad del manejo de la diabetes y el mantenimiento de tu glucosa en la sangre dentro del rango.

  • Dificultad en dar a luz. Esto se da con frecuencia debido al mayor tamaño del bebé, algunas veces siendo necesaria una cesárea o un parto tempranamente inducido. Un bebé más grande también puede correr el riesgo de tener distocia de hombro que significa que los hombros del bebé no pasan por la sínfisis púbica o no logran pasar sin manipulación.

  • Parto prematuro. Debido al mayor tamaño del bebé.

  • Aborto (la pérdida del bebé antes de las 20 semanas o el nacimiento de un niño muerto, lo que significa que el bebé muere en la matriz después de 20 semanas). Esto puede darse debido a posibles defectos de nacimiento causados por el azúcar excesiva en la sangre.

  • Macrosomía (una bebé más grande de lo normal).

  • Defectos de nacimiento (problemas que surgen durante el desarrollo gestacional del bebé). Mayormente causados por los niveles de azúcar en la sangre que no están en rangos saludables “seguros” y que pueden incluir: síndrome de dificultad respiratoria [SDR], problemas cardiovasculares del corazón y otros problemas del cerebro, la columna, los riñones, el tracto gastrointestinal, las extremidades y la boca.

  • Hipoglucemia (nivel bajo de azúcar en la sangre al nacer, aunque esto no debería durar más de unos pocos días después del nacimiento).

Recuerda que no estás sola y que otras han pasado esto antes que tú. Es inteligente y maternal conocer los riesgos y tener un plan anticipado para combatir esos riesgos. Además, cada embarazo es único, así que tu experiencia puede variar de la experiencia de otra persona. Incluso tus embarazos posteriores pueden variar (y muy a menudo varían) de tu primer embarazo. Consulta a los profesionales, busca gente, conocidos que también sean madres con diabetes tipo 1 con quienes puedas hablar y continúa monitoreando tus niveles. Y recuerda que debes tratar de mantener en mente que también debes respirar.


sábado, 17 de septiembre de 2022

 Diabetes gestacional.


¿Qué es la diabetes gestacional?

La diabetes gestacional es un trastorno específico del embarazo, que ocurre cuando el cuerpo de la mujer no gestiona de forma correcta la hormona insulina. El problema se da cuando el organismo fabrica poca insulina o no la aprovecha como debería. El resultado de ese desajuste en el metabolismo es que la glucosa se acumula en la sangre.

Según datos de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), la diabetes gestacional afecta a 1 de cada 10 mujeres durante el embarazo, siendo una de las complicaciones más comunes en esta etapa de la vida.

El embarazo implica un aumento de actividad en el metabolismo de la mujer. Para mantener la glucosa en niveles correctos, esta necesita producir más insulina. Cuando la cantidad adicional que produce no es suficiente, la glucosa en sangre se eleva a niveles fuera de los valores normales.

No se conoce una causa específica de la diabetes gestacional, pero se cree que las hormonas del embarazo reducen la capacidad propia del cuerpo de utilizar y responder a la acción de la insulina.


Síntomas.

La diabetes gestacional no provoca síntomas o estos son leves, generalmente. Por esta razón se realiza un test a todas las embarazadas entre la semana 24 y 28 de embarazo para saber si padecen o no esta afección.

En caso de que sí se produzcan síntomas, pueden ser los siguientes:

  • Visión borrosa.
  • Fatiga.
  • Sed y necesidad de beber mucha agua.
  • Poliuria: incremento de la micción.
  • Náuseas y vómitos.
  • Pérdida de peso a pesar del aumento del apetito.
  • Infecciones urinarias, candidiasis vaginales.



Diagnostico.

El test de O´Sullivan es una prueba que se realiza alrededor de la semana 24 y 28 de gestación a todas las embarazadas, generalmente aprovechando el análisis de sangre del segundo trimestre. Este test determina la cantidad de glucosa en sangre venosa de la paciente una hora después de haber tomado 50 gramos de glucosa por vía oral. La glucosa se toma a través de un jarabe bastante dulzón que muchas embarazadas no toleran bien, por lo que es habitual sentir naúseas y malestar después de tomarlo.

Si  el resultado del análisis de esta prueba es mayor de 140 a la hora de la ingesta, se procede al segundo paso, que es tomar 100 gramos de glucosa y medir a las 3 horas. Si el nivel es mayor de 140 a las 3 horas de la ingesta, se establece diagnóstico de diabetes gestacional.


Factores de riesgo.

Algunos factores que pueden predisponer a sufrir diabetes gestacional son:

  • Antecedentes familiares de diabetes.
  • Padecer diabetes antes de estar embarazada.
  • Diabetes gestacional en un embarazo anterior.
  • Edad superior a 35 años.
  • Hipertensión arterial.
  • Síndrome de ovarios poliquísticos.

Sobre estos aspectos, la mujer no tiene control, pero sí existen otros factores de riesgo sobre los que puede actuar, con el fin de disminuir el riesgo de desarrollar diabetes gestacional:

  • Sobrepeso antes y al inicio del embarazo: un índice de masa corporal (IMC) superior a 30.
  • Seguir una alimentación inadecuada.
  • Falta de ejercicio.
  • Ser fumadora.


Tratamiento: dieta, ejercicio y análisis.


El tratamiento para la diabetes gestacional tiene como propósito mantener un nivel de glucosa en la sangre equivalente al de las embarazadas sin diabetes gestacional, e incluye siempre dieta y actividad física.

Para comprobar los niveles de glucosa, se suele entregar a la embarazada un glucómetro, que es un aparato que sirve para que ella misma pueda realizarse un análisis de la glucosa en sangre mediante punción en la yema del dedo. En general, se comienza realizando dicho análisis 3 o 4 veces al día durante algunas semanas. Si los controles presentan valores dentro de la normalidad, será posible bajar la frecuencia o cesarlos completamente, pero siempre debemos seguir las indicaciones del ginecólogo.

Para aquellas mujeres que no consigan mantenerse dentro de un buen control con el tratamiento dietético y la realización de ejercicio, se precisará un tratamiento con inyecciones de insulina.


Posibles complicaciones para la mujer y el bebé


El buen control que la mayoría de las mujeres lleva hoy en día de su diabetes gestacional hace que la mayoría no sufra ninguna consecuencia de importancia, ni para su salud ni para la del bebé. Sin embargo, un mal control de esta condición durante el embarazo puede suponer riesgos para ambos:

Complicaciones para la mujer:

  • Tensión arterial alta y como consecuencia, preclampsia.
  • Diabetes futura: es más probable que sufra diabetes gestacional en un embarazo futuro y también hay más probabilidades de que desarrolle diabetes tipo 2.
  • Mayor riesgo de complicaciones en el parto: cesárea, parto instrumental…

Complicaciones que pueden afectar al bebé:

  • Exceso de peso al nacer: por el elevado nivel de glucosa en sangre durante el embarazo.
  • Mayor riesgo de parto prematuro y síndrome de dificultad respiratoria.
  • Hipoglucemias tras el nacimiento, debido a su alta producción de insulina.
  • Mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en el futuro.

Diez consejos para un buen control de la diabetes gestacional.


Si consigues mantener el nivel de glucosa en sangre controlado tras haber sido diagnosticada con diabetes prenatal, podrás evitar complicaciones, tanto para el bebé como para ti. Para lograrlo, es fundamental que cuides tu estilo de vida, lleves una dieta equilibrada, controles las glucemias y realices actividad física moderada.

  • 1. No cometas excesos.
  • Procura que la cantidad de calorías que tomes cada día sea más o menos estable, sin pasarte mucho un día o quedarte corta otro.
  • 2. Realiza cinco comidas diarias.
  • Haz 5 o 6 comidas más ligeras en lugar de solo 3 comidas fuertes, porque la digestión en sí sube la glucemia.
  • 3. Sigue un horario regular.
  • Intenta comer a las mismas horas todos los días.
  • 4. Ingiere alimentos de todos los grupos
  • Es recomendable que no comas demasiado de un tipo de alimento y o dejes de comer de otro, aunque te guste menos. En este sentido, debes controlar ciertas grasas animales, mientras que las verduras, hortalizas, carne, pescado o huevos puedes tomarlos de forma libre, siempre equilibradamente.
  • 5. Haz distinciones.
  • Aprende a reconocer qué alimentos son los que más afectan a tus niveles de glucosa en sangre y cuáles no, para no abusar de los que pueden perjudicarte.
  • 6. No al azúcar.
  • Evita el azúcar y los productos elaborados con ella, como bollería, pasteles o helados. Para endulzar tus platos, puedes utilizar estevia o extracto de espelta. Por su parte, la sacarina no se recomienda durante el embarazo porque estudios clínicos han mostrado que puede atravesar la barrera placentaria y permanecer en el tejido fetal. Los efectos no son claros todavía y, por eso, lo mejor es evitarla.
  • 7. Apuesta por lo integral.
  • Los hidratos de carbono (pan, cereales, patata, arroz, pasta, galletas…) mejor que sean integrales, ya que aumentan menos la glucosa y aportan mucha más fibra.
  • 8. Evita la leche entera y los zumos envasados.
  • Toma mejor leche semidesnatada o desnatada y siempre un máximo de 3 vasos al día. De hecho, si tras tomarla en el desayuno el nivel de glucosa es alto, sustituye la leche por una bebida de avena. Respecto a la fruta, consúmela preferiblemente entera antes que en zumo y, por supuesto, evita los que son envasados.
  • 9. Busca la dieta que mejor se adapte a tu embarazo.
  • No hay una dieta igual para todas las mujeres con diabetes gestacional. Dependiendo de la levedad o gravedad de cada caso, la dieta a seguir será más o menos estricta. Ayúdate de un nutricionista que pueda prepararte un plan personalizado para los meses de embarazo.
  • 10. Practica ejercicio moderado.
    Realiza alguna actividad física de forma moderada 30 minutos al día. Un reciente estudio realizado en casi 3.000 mujeres concluyó que aquellas que practicaban ejercicio moderado de forma regular tenían un 30% menos de probabilidades de desarrollar diabetes gestacional. Ejemplos de ejercicios aconsejados en el embarazo son pilates o yoga prenatal, caminar o la gimnasia en el agua.



martes, 6 de septiembre de 2022

LA DIABETES Y LA PIEL

      La diabetes puede afectar a muchas partes del cuerpo, incluida la piel. De hecho, los cambios en la piel son uno de los signos más comunes de la diabetes. 

     La piel es el órgano más grande del cuerpo humano. Está llena de nervios y vasos sanguíneos que nos permiten usar el tacto y sentir la temperatura, el dolor y la presión. La diabetes puede afectar los nervios y vasos sanguíneos del cuerpo, incluidos los de la piel. Cuando la diabetes afecta la piel, muchas veces es un signo de que los niveles de azúcar en la sangre han estado demasiado altos durante el transcurso del tiempo. Algunos cambios en la piel pueden presentarse incluso antes del diagnóstico, sin embargo otros podrían ser un signo de que hay que hacer cambios al tratamiento de la diabetes. 

     Un seguimiento adecuado puede ayudar a prevenir complicaciones. Vamos a hablar de 9 afecciones de la piel que se pueden presentar con la diabetes y lo que puede hacer para tratarlas o prevenirlas. 

1. Acantosis nigricans (AN) 

Produce una mancha oscura o una franja de piel aterciopelada que puede aparecer en los pliegues del cuerpo como en el cuello, las axilas o la ingle. A veces, las manchas también aparecen en las manos, los codos o las rodillas. 

Qué la causa: Es un signo de resistencia a la insulina y puede ser una señal de prediabetes o de diabetes tipo 2. Es común en personas con obesidad. 

Qué hacer: Algunas cremas pueden mejorar el aspecto de las manchas, pero el tratamiento más eficaz es abordar la causa principal, como la obesidad o la resistencia a la insulina. Los cambios en el estilo de vida, como hacer actividad física y mantener un peso saludable, pueden ayudar a revertir la resistencia a la insulina. 


 

2. Dermopatía diabética 

También se conoce como “manchas tibiales” (manchas en las canillas) y no hace daño. Las manchas son como áreas rojas o marrones redondas o líneas en la piel y son comunes en personas que tienen diabetes. Aparecen en la parte frontal de las piernas y a menudo se confunden con manchas de la edad. Las manchas no duelen ni pican ni se abren. 

Qué la causa: La diabetes puede causar cambios en pequeños vasos sanguíneos, que reducen el suministro de sangre a la piel. 

Qué hacer: Esta afección de la piel no hace daño y no necesita tratamiento. Si le preocupan las manchas, hable con su médico. 

 

3. Necrobiosis lipoidea 

Produce manchas amarillas, rojizas o marrones en la piel. Por lo general comienza como bultitos que parecen granitos. A medida que empeora, los bultitos se convierten en placas de piel hinchada y dura. Esta afección de la piel es poco frecuente, pero si se presenta, puede picar y doler. 

Qué la causa: La causa no está completamente clara, pero es más probable que se presente en mujeres que en hombres. Generalmente, se presenta cuando suceden cambios en la grasa y el colágeno debajo de la superficie de la piel. 

Qué hacer: No hay cura, por lo que el tratamiento se centra en manejar los signos y síntomas. En las primeras etapas se pueden usar cremas con corticoides de uso tópico para impedir que empeore. 

 


4. Bullosis diabeticorum (ampollas diabéticas) 

Esta afección tiene un aspecto de ampollas de quemadura. Estas ampollas pueden presentarse en la parte inferior de las piernas y en los pies y, a veces, en los brazos y las manos. Su aspecto puede asustar, pero no duelen y por lo general se sanan por sí solas. 

Qué la causa: Se desconoce la causa de las ampollas diabéticas. Pueden aparecer sin que haya una lesión de la piel conocida. Es más probable que la persona presente ampollas diabéticas si sus niveles de azúcar en la sangre son altos con el paso del tiempo. 

Qué hacer: La mayoría de las ampollas se sanan solas sin dejar cicatriz. La mejor manera de encontrar signos tempranos de ampollas es examinarse los pies y la piel todos los días. La mejor forma de evitar que se presenten o empeoren es reducir el azúcar en la sangre a niveles normales. 


 

5. Xantomatosis eruptiva 

Produce bultitos rojizos o amarillentos en el dorso de las manos, los pies, los brazos, las piernas y las nalgas. Pueden causar dolor cuando se tocan y picazón. 

Qué la causa: Esta afección es poco frecuente. La causa es un nivel alto de colesterol y triglicéridos (grasa en la sangre). 

Qué hacer: El mejor tratamiento es controlar los niveles de grasa en la sangre. 


 

6. Esclerosis digital 

Esta afección comienza cuando la piel de los dedos de las manos se pone tensa, gruesa y adquiere un aspecto parecido a la cera, y puede hacer que las articulaciones de los dedos se pongan rígidas y sean difíciles de mover. Si los niveles de azúcar en la sangre permanecen altos, la esclerosis digital puede hacer que la piel se endurezca, se engrose y se hinche, y puede propagarse por todo el cuerpo. 

Qué la causa: Esta afección es más común en las personas que tienen diabetes tipo 1 y niveles altos de azúcar en la sangre. 

Qué hacer: El único tratamiento para la esclerosis digital es bajar los niveles de azúcar en la sangre al intervalo normal. La fisioterapia podría ayudar a mejorar la amplitud de movimiento de las articulaciones afectadas. 

7. Infecciones bacterianas 

Las infecciones bacterianas causan inflamación, calor, hinchazón, enrojecimiento y dolor en los tejidos (las células que conforman los órganos y otras partes del cuerpo). Entre las infecciones bacterianas comunes se encuentran las de los párpados, los folículos del pelo y las uñas de las manos. 

Qué la causa: Las infecciones bacterianas pueden afectar a cualquiera, pero las personas con diabetes tienden a tener más que las personas que no tienen diabetes. Las bacterias crecen cuando hay demasiada glucosa (azúcar) en el cuerpo. Un tipo de bacteria común responsable de infecciones bacterianas en personas con diabetes es el estafilococo. 

Qué hacer: Las infecciones bacterianas generalmente se pueden tratar con antibióticos. Mantener los niveles de azúcar en la sangre en el intervalo normal puede ayudar a evitar infecciones. Una alimentación sana, la actividad física y el uso de medicamentos tal como se los hayan recetado pueden ayudarlo a manejar el nivel de azúcar en la sangre. 

8. Infecciones por hongos (micosis) 

Las infecciones por hongos producen sarpullidos que pican, rodeados de diminutas ampollas rojas y escamas. Por lo general se presentan en los pliegues cálidos y húmedos de la piel. Entre las infecciones por hongos comunes se encuentran la tiña inguinal, el pie de atleta, la tiña y las infecciones vaginales. 

Qué la causa: Al igual que con las infecciones bacterianas, también pueden afectar a cualquiera, pero son comunes en las personas con diabetes. Es más probable que las infecciones por hongos se presenten cuando los niveles de azúcar en la sangre son altos. 

Qué hacer: Hable con su médico sobre medicamentos recetados o de venta sin receta que pueden ayudar a tratar las infecciones por hongos. La mejor forma de prevenir las infecciones por hongos es mantener los niveles de azúcar en la sangre dentro del intervalo normal, para lo cual hay que revisarse esos niveles con frecuencia, alimentarse de manera saludable y hacer ejercicio regularmente. 

9. Piel seca y que pica 

Esta afección de la piel es común, incluso en personas que no tienen diabetes. Sin embargo, la piel seca y que pica puede ser el resultado de mala circulación, lo cual es más probable cuando la persona tiene diabetes. 

Qué la causa: El exceso de azúcar en la sangre hace que el cuerpo extraiga líquido de las células para poder producir suficiente orina para eliminar ese exceso de azúcar. Esto puede resecar la piel. 

Qué hacer: Deberá monitorear sus niveles de azúcar en la sangre y mantenerlos dentro de los valores deseados tanto como sea posible. También ayuda limitar el tiempo que pasa en la ducha, usar jabones suaves y loción o crema después de ducharse. Hacer ejercicio es una de las mejores formas de mejorar la circulación, y también tiene muchos otros beneficios para la salud. 

¡¡Cuide su piel!!

La piel es un buen indicador de salud. Si nota cambios inusuales en su piel, es importante que consulte con un médico. El diagnóstico y el tratamiento tempranos son clave para prevenir complicaciones graves de los problemas de la piel causados por la diabetes.