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lunes, 26 de septiembre de 2022

Diabetes tipo 1 y embarazo. Factores a tener en cuenta.

 

Hay mucho que considerar al intentar embarazarse o estar embarazada siendo una mujer con diabetes tipo 1. Existe el deseo maternal de hacer todo lo que puedas por tu futuro bebé para que pueda tener la mejor vida posible. Un embarazo ideal es el embarazo a término completo y sin complicaciones, siendo el resultado un bebé saludable y feliz.

Tener diabetes tipo 1 no significa que no puedes tenerlo, significa que tienes que ser más observadora, estar más preparada debido a mayores riesgos relacionados con esta enfermedad. Pero eres una persona con diabetes tipo 1, así que ya tienes experiencia en el control.

Todos los embarazos corren el riesgo de tener complicaciones, pero tener diabetes tipo 1 te hace más susceptible a unos riesgos específicos. Estas son las cosas más importantes que debes hacer para bajar esos riesgos:

  1. Mantén los niveles de glucosa en la sangre dentro del rango

Lo más importante es mantener tus niveles de glucosa en la sangre dentro de un rango saludable. Revisa tus números y hazlo frecuentemente. Esto disminuirá la posibilidad de que se le de azúcar en exceso a tu bebé. El azúcar en exceso para tu bebé puede ocasionar un crecimiento rápido como que estuviera siendo “sobrealimentado” (macrosomía) o puede ocasionar un daño en el desarrollo temprano de los órganos (completamente desarrollado a la séptima semana).

Esto no solo es vital para la salud de tu bebé durante el embarazo sino que también antes de la concepción. Los doctores recomiendan tener los niveles de glucosa en la sangre dentro del rango antes de quedarte embarazada y tener un buen seguimiento y control.

El rango de glucosa en la sangre deseado antes del embarazo:

  • 80 -110 mg/dL antes de comer

  • 100 -155 mg/dL 1-2 horas después de comer

El rango de glucosa en la sangre deseado durante el embarazo:

  • 60 – 99 mg/dL antes de comer

  • 100 -129 mg/dL 1-2 horas después de comer

Asegúrate de fijar metas con tú médico con anticipación para que sepas cuál es un rango apropiado para ti. Además, si todavía no estás bajo un control y usando una bomba, habla con tú médico sobre la posibilidad de usar estos aparatos ya que pueden ser de mucha ayuda en el monitoreo y el control de tus niveles de glucosa en la sangre. Recuerda que una dieta saludable previamente planificada también puede ayudarte a controlar tus niveles ya que puedes anticiparte a cómo responderás a la comida que consumas. El ejercicio también puede reducir la necesidad de insulina, ayudándote a estar saludable para tu bebé, mientras que naturalmente bajas tus niveles de azúcar. (Asegúrate de siempre consultar a tú enfermera o médico antes de hacer cambios en tu estilo de vida).

  1. Encuentra una enfermera o médico y visítalo con frecuencia

Necesitarás monitorear con más frecuencia tu salud y la de tu bebé, así que escoge doctores en los que confíes y que idealmente tengan experiencia con madres que tienen diabetes tipo 1. Si estás planificando un embarazo, debes realizarte un examen que incluya lo siguiente:

  • Una prueba de hemoglobina A1C (tu resultado deseado debería ser menor del 7%)

  • Una revisión de tu presión sanguínea (las mujeres con diabetes tipo 1 tienden a tener presión sanguínea más alta; lo cual puede conducir a una preeclampsia)

  • Una evaluación de salud del corazón, los riñones, el sistema nervioso, la tiroides y los ojos (si tienes un órgano, una glándula o un sistema de fibras que no esté saludable, corres el riesgo de daños adicionales en estas áreas específicas, así que puede ser recomendable mejorar la salud antes de embarazarse)

  • Toma vitaminas prenatales que incluyan ácido fólico; si puedes, tómalas un mes antes de la concepción. Esto puede ayudar a prevenir defectos de nacimiento en el cerebro y la médula espinal.

Los riesgos que debes conocer

  • Preeclampsia (hipertensión gestacional o presión sanguínea alta algunas veces con proteínas en la orina). Las mujeres con diabetes tipo 1 están predispuestas a esta condición ya que, para empezar, frecuentemente tienen mayor presión sanguínea.

  • Desarrollo de resistencia a la insulina. Durante el embarazo, la placenta suministra nutrientes y agua al feto en desarrollo. También produce una variedad de hormonas para mantener el embarazo. En los primeros meses del embarazo, las hormonas pueden causar el aumento de secreción de insulina y la disminución de la glucosa producida por el hígado, lo cual puede conducir a hipoglucemia (niveles bajos de glucosa en la sangre). En los últimos meses del embarazo, algunas de estas hormonas (estrógeno, cortisol y lactógeno placentario humano) pueden tener un efecto de bloqueo sobre la insulina, una condición llamada resistencia a la insulina. Conforme la placenta se desarrolla, se producen más de estas hormonas y la resistencia a la insulina es mayor.

  • Empeoramiento de las complicaciones de la diabetes. Si te embarazas mientras unos órganos y glándulas específicas o el sistema nervioso no están saludables, esto puede empeorar con respecto al aumento de la dificultad del manejo de la diabetes y el mantenimiento de tu glucosa en la sangre dentro del rango.

  • Dificultad en dar a luz. Esto se da con frecuencia debido al mayor tamaño del bebé, algunas veces siendo necesaria una cesárea o un parto tempranamente inducido. Un bebé más grande también puede correr el riesgo de tener distocia de hombro que significa que los hombros del bebé no pasan por la sínfisis púbica o no logran pasar sin manipulación.

  • Parto prematuro. Debido al mayor tamaño del bebé.

  • Aborto (la pérdida del bebé antes de las 20 semanas o el nacimiento de un niño muerto, lo que significa que el bebé muere en la matriz después de 20 semanas). Esto puede darse debido a posibles defectos de nacimiento causados por el azúcar excesiva en la sangre.

  • Macrosomía (una bebé más grande de lo normal).

  • Defectos de nacimiento (problemas que surgen durante el desarrollo gestacional del bebé). Mayormente causados por los niveles de azúcar en la sangre que no están en rangos saludables “seguros” y que pueden incluir: síndrome de dificultad respiratoria [SDR], problemas cardiovasculares del corazón y otros problemas del cerebro, la columna, los riñones, el tracto gastrointestinal, las extremidades y la boca.

  • Hipoglucemia (nivel bajo de azúcar en la sangre al nacer, aunque esto no debería durar más de unos pocos días después del nacimiento).

Recuerda que no estás sola y que otras han pasado esto antes que tú. Es inteligente y maternal conocer los riesgos y tener un plan anticipado para combatir esos riesgos. Además, cada embarazo es único, así que tu experiencia puede variar de la experiencia de otra persona. Incluso tus embarazos posteriores pueden variar (y muy a menudo varían) de tu primer embarazo. Consulta a los profesionales, busca gente, conocidos que también sean madres con diabetes tipo 1 con quienes puedas hablar y continúa monitoreando tus niveles. Y recuerda que debes tratar de mantener en mente que también debes respirar.


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