La diabetes tiene efectos graves en todo el cuerpo. Se caracteriza por inflación constante de bajo grado, que afecta de forma negativa a todo tipo de infecciones, contusiones, heridas y procesos inflamatorios.
Un diabético tiene mas posibilidades de contraer:
Uno de los problemas a los que se enfrentan estos pacientes es una mala cicatrización de heridas, ya que hace que sea mas lenta y difícil de lo normal. Los pacientes diabéticos no solamente presentan una cicatrización alterada en heridas agudas y un cierre de los tejidos más lento, sino que además son más sensibles de padecer heridas crónicas (como lesiones ulcerosas en miembros inferiores). Esto en ocasiones puede provocar complicaciones e infecciones que pueden complicarse hasta producirse la amputación.
El pie diabético es una
complicación que se presenta en pacientes con Diabetes Mellitus (tanto
tipo 1 como en tipo 2), que no han llevado un buen control de las cifras de
glucosa. Las personas con un control inadecuado de su diabetes experimentan complicaciones
más rápidamente.
Mantener los niveles de glucosa altos
(hiperglucemia) de manera prolongada produce daño en los vasos sanguíneos más
pequeños del organismo y en el sistema nervioso.
Como ves, vivir con diabetes puede hacer
que el proceso de cicatrización de una herida sea más difícil, sobre todo si la
diabetes no está en control. El daño provocado por los niveles altos de glucosa
a los nervios y vasos sanguíneos, aumenta el riesgo de que una herida en
cualquier parte del cuerpo se infecte.
¿Qué hacer?
Recuerda que tener una lesión, herida o
úlcera en el pie o en otra parte del cuerpo representa un proceso agudo que
genera estrés en el organismo por lo que es posible que tus niveles de glucosa
aumenten.
Las úlceras que pueden provocar pie
diabético ocurren con mayor frecuencia en la parte más ancha de la planta de
los pies, en la parte inferior del dedo gordo o a los lados causado por el roce
constante de zapatos ajustados.
Ya que algunas heridas no duelen, es muy
importante que revisar diariamente tus pies.
Limpiar la herida con agua y jabón neutro
y seca con una gasa estéril. Si está sangrando ejerce un poco de presión con la
gasa.
Protege la herida y consulta de inmediato
con tu enfermer@.
Considera que:
La mala circulación puede hacer que tus
pies tengan menor capacidad de combatir infecciones y sanar.
Fumar afecta a los vasos sanguíneos y
arterias, disminuyendo el flujo sanguíneo y haciendo más lento el proceso de
cicatrización.
Las personas con diabetes tienen más
riesgo de amputaciones, estas se pueden prevenir con un manejo adecuado de las
heridas y un adecuado control glucémico.
Recuerda nunca automedicarte y acudir a tu
médico para que revise tus pies al menos una vez al año. Acude a tu enfermera
para registrar y valorar tus niveles de glucosa un par de veces al año (tu
debes hacerlo diariamente si es necesario para un mejor control).
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